
Colombia nos da una lección
El Gobierno de Colombia, a través de su ministerio de agricultura, acaba de comenzar un plan oficial de uso de derivados financieros para la comercialización del maíz.
En este plan se introduce la necesidad de que los productores de maíz, uno de los principales cultivos colombianos, lleguen a la cosecha con un precio asegurado y nada menos que utilizando el respaldo gubernamental, la bolsa de productos de Colombia y los mercados de opciones de Chicago, Estados Unidos.
El programa acaba de comenzar y es una adaptación del proyecto ASERCA que se desarrolla con bastante éxito en México desde hace más de 6 años y nos muestra como la temática financiera, comienza a aterrizar en los países de Sudamérica.
Ya hemos hecho algunos contactos con la Bolsa de Colombia para, en cierta forma, "colgarnos" de la experiencia y práctica que se va a comenzar a gestar en estos días en el país cafetero que, sin duda, nos entregará bastante información y sobre todo podrá ser usada como experiencia a priori, antes que comience algo parecido en el país de corte oficial.
Esta misma experiencia podrá adaptarse a productores de maíz, arroz y cebada en el caso de los cereales y también puede ser extendida a la ganadería en productos como el ganado vacuno en pie y la leche, pero a través de la comercialización de queso gouda.
Las opciones actúan como un verdadero seguro. Se paga una prima y ésta puede llegar a ser subsidiada en hasta un 100% por el gobierno, sin que sea considerada un subsidio a la comercialización por la Organizacion Mundial de Comercio.
Hace algún tiempo, en otro medio, comenté que en Centroamérica, había comenzado un trabajo de uso de seguros de precio con los productores de café y que también utilizaban a la Bolsa de Chicago para sus operaciones de cobertura.
Los ejemplos anteriores sólo reafirman lo que varios economistas hemos mencionado y es que, quiérase o no, estos temas llegarán para instalarse y cuando lo hagan los más beneficiados serán los productores que hoy por hoy, se ven bastante afectados por los poderes compradores que son unas verdaderas estructuras de oligopsonio y también, por la falta de innovación productiva y la creación de variedades, que otro medio periodístico destaca esta semana y que no deja de ser preocupante.
Es de esperar que pronto en Chile se vean nuevas luces e ideas sobre nuestra agricultura.
Jorge Neira, Economista Agrario.
IM trading