
Mesa Agrícola y Competitividad - I Parte
La nueva mesa agrícola en la cual participarán dirigentes del sector exportador, productivo y que involucrará desde los grandes productores hasta los más pequeños, estará enfocada a como se puede aumentar la competitividad.
La competitividad es la capacidad que tiene una empresa o país de obtener rentabilidad en el mercado en relación a sus competidores.
La competitividad depende directamente de la productividad, y ésta es la relación entre el valor y la cantidad del producto que se ofrece al mercado, y la cantidad y calidad de los insumos que son necesarios para obtenerlo.
Siempre debemos comparar con el nivel de productividad en que se encuentra la competencia, o sea los otros oferentes del mercado.
El concepto de competitividad es aplicable tanto a las empresas como a los países. Así, una empresa será muy competitiva si es capaz de obtener rentabilidades elevadas y si usa técnicas de producción más eficientes que las de sus competidores. Lo anterior, se traduce en la obtención de cantidad y/o calidad en lo que produce, y esto se puede cuantificar en las utilidades al conseguir menores costos de producción por unidad de producto producida.
Los conceptos anteriores son básicos en cualquier tipo de negocio y si queremos que esta mesa tenga éxito, una de las directrices que se debe dar es la generación de información fidedigna por parte de la empresa agrícola en el tema de los costos de producción, lo cual se logrará llevando un acabado registro de los costos involucrados en el proceso de producción.
Se debe desarrollar e incentivar el aumentar las ventajas competitivas las que son principalmente causa del uso de la tecnología de producción, los conocimientos y las capacidades humanas del empresariado. Se debe incentivar una fuerte inversión en capacitar al recurso humano y adaptar tecnología de producción y gestión.
Es fundamental además que el empresariado vea con una mejor animosidad la información financiera que el mercado entrega a diario como las tendencias de precios de los commodities y la tasa de interés.
Y por lo tanto, es condición fundamental que aprendan a manejar los instrumentos financieros que minimizan el riesgo utilizando las coberturas o derivados que en Chile son prácticamente un mundo por descubrir para el empresariado agrícola y que apuntalan la competitividad de las empresas al permitirles asegurar sus utilidades.
Hoy, la complejidad y competitividad de los mercados, producto de cambios continuos, profundos y acelerados en un entorno globalizado, requiere de un máximo de eficacia y eficiencia en la gestión financiera de las empresas y la empresa agrícola está obligada a asegurar niveles mínimos de rentabilidad. Y lamentablemente, el productor agrícola chileno no tendrá completa su formación si no domina el mercado de los derivados financieros.
Jorge Neira, Economista Agrario.
IM Trading