La biotecnología no es una  ciencia propiamente tal. Es una visión multidisciplinaria que comprende a la biología, la bioquímica, la genética;  las ciencias agronómicas, la química y las diversas ramas de la ingeniería, por mencionar algunas disciplinas.

En la biotecnología se trabaja con seres vivos  y también con compuestos obtenidos de organismos vivos. El resultado final son productos de valor económico para la humanidad.

En la  industria alimenticia, la producción de vino y de cerveza se encuentra entre los muchos usos prácticos de la biotecnología. Así, por ejemplo, la producción de alimentos es un buen ejemplo de biotecnología.

Y si el valor de esta actividad es tan grande, entonces debemos suponer que en Chile esta actividad  está enmarcada dentro de una política sectorial y que va de la mano con una estrategia que se orienta a lograr el desarrollo del país.

Y la verdad, aunque duela, no es así. En Chile hay 61 centros biotecnológicos con Investigación y Desarrollo.  De ellos, 24 se encuentran en la Región Metropolitana, 11 en la VIII Región y 5 en la  XIV Región en el sur.  En la región de Aysén XI no hay ningún centro, justo donde más recurso hídrico hay y que eventualmente se usará en generar energía. Y en la III Región no existe ningún centro de Biotecnología asociado a la minería.

Como Chile es país miembro de la OCDE, hagamos una odiosa comparación con el más grande, o sea, Alemania que, desde hace varios años impulsa la biotecnología agraria. Tienen una gran cantidad de  centros en biotecnología. A 2007 existían 497 centros y solo en la región de Berlín hay 56 centros (5 menos que en Chile).  Los miles  de ensayos y estudios en líneas de trigo mejoradas genéticamente y los estudios en que se concluye que una franja de 20 metros sembrada con maíz convencional alrededor de un maíz transgénico es suficiente para garantizar la coexistencia de cultivos modificados genéticamente, cultivos ecológicos y  cultivos convencionales, son una muestra más  de sus resultados.

En Junio pasado la Cámara Chilena Alemana de Comercio e Industria (Camchal), por encargo del Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania (BMBF), organizó en Santiago un encuentro de Biotecnología aplicada al sector alimentario donde participaron expertos de Alemania y Chile,  que debatieron sobre biotecnología y vieron la gran cantidad de oportunidades en desarrollar esta temática a nivel nacional.

Es de esperar que las autoridades actuales desarrollen lo antes posible un programa que fortalezca ésta estrategia área investigación y, por favor, tengan la consideración en no prolongar la acefalía del INIA. Al final todo Chile es el perjudicado.

Jorge Neira, Economista Agrario

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