La temporada pasada, Chile exportó casi 83 millones de cajas de cerezas, volumen reducido en un 15% respecto de las expectativas, producto de efectos climáticos. Sin embargo, para la próxima temporada, se proyecta un incremento del orden de 40%, alcanzando entre 115 y 120 millones de cajas.
"Este incremento responde principalmente al aumento de la capacidad productiva, producto entre otras cosas, de los buenos resultados que ha generado el desarrollo de infraestructuras logísticas, que logran que los exportadores chilenos sean más competitivos y ágiles en la entrega de frutas frescas", comentó Manuel José Alcaino, presidente de Decofrut.
Uno de los elementos clave en este crecimiento es la innovación en la logística de exportación. "El programa Cherry Express, una solución logística creada hace aproximadamente cinco años, ha permitido reducir los tiempos de tránsito entre los puertos chilenos y China del orden de 10 días, logrando que la fruta llegue en condiciones óptimas. Esta mejora ha sido tan exitosa que se ha extendido a otras frutas como las uvas y los arándanos, bajo el nombre de Asia Express", afirma Alcaino.
"Además, los exportadores chilenos han ampliado la cantidad de terminales y puertos de entrada en China, distribuyendo las cerezas no solo en las grandes ciudades costeras, sino también en ciudades de segundo y tercer nivel del interior del país, donde la demanda de productos frescos ha crecido considerablemente. Esta estrategia ha permitido a Chile asegurar un mercado sólido y creciente en el gigante asiático, que sigue siendo el principal destino de sus cerezas, absorbiendo el año pasado el 92% de las exportaciones".
A pesar de que China sigue siendo el principal mercado, se espera que tanto Europa como Estados Unidos experimenten un crecimiento en la recepción de cerezas chilenas en las próximas temporadas. "En los últimos años, Chile había disminuido sus envíos a Europa, pasando de exportar 1,3 millones de cajas en el año 2021/2022 a solo 800 mil el año pasado (2023), debido a que la mayor concentración de exportación hacia Asia. Sin embargo, con el aumento proyectado en la producción, los exportadores esperan recuperar el volumen perdido y aumentar su presencia tanto en Norte América como en el continente europeo, pues ambos mercados son grandes consumidores de cerezas en la temporada del hemisferio norte", detalla Alcalino.
Un factor que juega a favor de los exportadores chilenos de cerezas es la diferenciación en las temporadas de producción entre el hemisferio norte y el sur. "Mientras que la producción en el norte ocurre entre mayo y agosto, en el hemisferio sur, y particularmente en Chile, la temporada de cerezas va de noviembre a febrero. Esto asegura que no haya competencia directa entre los productores del norte y del sur, permitiendo a los exportadores chilenos dominar el mercado en los meses de invierno del hemisferio norte", asegura Alcalino.
El crecimiento de la industria de cerezas en Chile es impresionante, pero no está exento de desafíos. "Uno de los principales retos a futuro será mantener la calidad del producto y garantizar la distribución eficiente en mercados emergentes y alternativos. Además, los exportadores deberán lidiar con los efectos del cambio climático, que ya ha afectado a la producción en temporadas anteriores, y optimizar aún más sus cadenas logísticas para asegurar que las cerezas chilenas sigan siendo una opción atractiva en los mercados internacionales", explica Alcaino.
Fuente: FreshPlaza
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